Un emblema de nuestro Estadio. Así podría definirse al profesor Alfredo “Goyito” Mahn, quien luego de más de tres décadas de infatigable labor, se acogió a su más que merecida jubilación.

Llegó como profesor a cargo de las selecciones menores de tenis por allá a fines de la década del 80. Con el paso de los años su vínculo con el Estadio se fue estrechando, al punto de ocupar por extensos periodos cargos de Administrador (10 años), Jefe de Deportes (8 años) y Jefe de Operaciones, eso sí, procurando no separarse jamás de su pasión por la enseñanza del tenis a las generaciones más jóvenes de socios.

Con la vocación por el deporte como pilar fundamental de su carrera, “Goyito”, como es llamado de forma cariñosa y respetuosa, desde 2013 y desligándose de las labores administrativas decidió dedicarse de forma exclusiva al Plan de Menores de tenis del Estadio, cautivando a cientos de “peques” que se enamoraron de la actividad gracias a él. Muchos de esos niños ya son adultos, y hasta hoy fueron sus hijos los que pudieron disfrutar de sus entretenidas y didácticas clases.

De semblante amable y pausado, cautivó a todos con su sonrisa y buen humor, además de enseñar siempre con amor los fundamentos teóricos y prácticos a sus niños, quienes en cada clase le estrechaban su mano para recibir su saludo y esos ricos caramelos que solía llevar en sus bolsillos.

Sin duda, su partida del Estadio deja un vacío importante en todos, especialmente en sus “peques” y también en sus colegas y amigos que por tantos años compartieron junto a él en la cancha. Ellos, hoy tienen la responsabilidad de tomar su posta y mantener vivo su legado. “Los niños de las escuelas quedan en muy buenas manos”, señaló “Goyito”.

Finalmente, también tuvo palabras para dejar un último mensaje a sus alumnas y alumnos: “Sigan ligados al tenis, que es un deporte hermoso, formativo e integral. Sigan para adelante que van muy bien, están jugando muy bonito y tienen grandes condiciones. Acá en el Estadio tienen una formación tenística que los va a acompañar durante toda su vida”.

A nombre de todos, te deseamos lo mejor en esta nueva etapa de tu vida. Tu huella es imborrable y ésta siempre será tu casa. ¡Prosperidad en lo que venga y a disfrutar la jubilación!